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Ese mismo año, se planteó la necesidad dotar a los aviones de sistemas generadores de humo para realizar la vistosidad de las maniobras acrobáticas. Además de su función como embajadora aérea en eventos nacionales e internacionales, la Patrulla Águila tiene como misión fomentar el interés por la aeronáutica entre los más jóvenes. Tras el éxito y el interés que despertó, se aumentó a seis el número de aviones y se les incorporó el sistema de humos blancos para realzar más sus maniobras. A lo largo de estos años, la Patrulla Águila se ha caracterizado por la excelente preparación, seguridad y disciplina en vuelo de todos sus pilotos y mecánicos. Su despedida tuvo lugar en el festival Aire 25 en junio de este año con la última exhibición de la aeronave C-101.
- Desde sus inicios, la patrulla se ha caracterizado por formaciones de alta precisión como el looping invertido o el vuelo en flecha, maniobras que requieren una coordinación milimétrica.
- Además de los pilotos, el equipo incluye a personal de tierra y mantenimiento, encargados de garantizar que los aviones estén en perfecto estado para las demostraciones.
- «El día 4 de junio de 1985, a primeras horas de la tarde, despega de San Javier la formación Águila, compuesta por cinco aviones C-101.
- El personal de mantenimiento pone sus desvelos, conocimientos y todo su afán en tener los aviones a punto para cada exhibición o sobrevuelo.
El avión
Tras el éxito de este primer vuelo, y a tenor del interés que despertaron y los éxitos que fueron cosechando durante las primeras exhibiciones, se aumentó a seis el número de aviones y se le incorporó el sistema de humos blancos, para realzar las maniobras. Con el cambio de aeronave, estos perderán algunas capacidades técnicas, aunque los pilotos aseguran que sacarán lo mejor de los nuevos aviones. Está compuesta por siete aviones CASA C-101 Aviojet, un modelo de fabricación española diseñado para entrenamiento avanzado y maniobras acrobáticas. Desde sus inicios, ha empleado el Casa C-101 Aviojet, un avión de entrenamiento y ataque ligero de fabricación española.
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En un momento de transformación tecnológica para la aviación militar, la Patrulla Águila sigue siendo un referente en la aviación acrobática. Aunque estos accidentes son eventos excepcionales, reflejan los peligros a los que se enfrentan los pilotos en este tipo de actividades. Este avión ha sido un símbolo de la Patrulla Águila, luciendo los icónicos colores de la bandera de España en su fuselaje. Durante más de tres décadas, ha llevado a cabo cientos de exhibiciones y se ha ganado un lugar de honor en los cielos del mundo.
Patrulla Águila
Desde sus inicios, la patrulla se ha caracterizado por formaciones de alta precisión como el looping invertido o el vuelo en flecha, maniobras que requieren una coordinación milimétrica. El Ejército del Aire ya ha comenzado la transición hacia los modernos Pilatus PC-21, aviones de última generación que sustituirán a los C-101 en la formación de los futuros pilotos militares. Su silueta inconfundible y su maniobrabilidad lo convirtieron en el avión ideal para la acrobacia y la enseñanza avanzada de pilotos. Todos estos equipos demostraron su calidad y precisión aeronáutica ante multitud de espectadores en diversos lugares de España.
Los pilotos forman parte del 794 escuadrón de la Academia General del Aire y del Espacio en San Javier. Todos los pilotos que forman parte de este grupo son pilotos de caza y ataque, formando parte del 794 escuadrón de la Academia General del Aire (AGA) en San Javier (Murcia). Asimismo, colaboran en el reentrenamiento de pilotos de unidades de caza y ataque, así como con la Armada y el Mando Aéreo de Combate (MACOM) en misiones y vuelos programados con diferentes unidades.
Había participado en misiones internacionales como la Policía Aérea del Báltico (2016) y la aviación española Operación Atalanta en Yibuti (2018). La patrulla realizaba sus exhibiciones entre primavera y otoño, descansando durante el invierno. Los entrenamientos se intensificaban en febrero para poder comenzar las primeras exhibiciones en abril. El rey Felipe VI les acompañó en la base de San Javier en su adiós al C101 que él en su momento había pilotado, durante su formación militar.
Fundada en 1985, esta patrulla ha sido un símbolo del poderío y la precisión aérea española, exhibiendo sus habilidades en numerosos eventos nacionales e internacionales. Este artículo profundiza en su historia, composición, aviones utilizados, exhibiciones y comparaciones con otras patrullas acrobáticas del mundo, abordando también los incidentes aéreos en los que ha estado involucrada. «El día 4 de junio de 1985, a primeras horas de la tarde, despega de San Javier la formación Águila, compuesta por cinco aviones C-101. Uno de los momentos más característicos de sus exhibiciones es cuando los aviones trazan la bandera de España en el cielo con humo de colores. Los pilotos son seleccionados entre los mejores instructores de la AGA y pasan por un riguroso proceso de entrenamiento para formar parte de la patrulla. Además de los pilotos, el equipo incluye a personal de tierra y mantenimiento, encargados de garantizar que los aviones estén en perfecto estado para las demostraciones.
Este equipo trabaja en conjunto con precisión y coordinación, elementos fundamentales para lograr las espectaculares acrobacias aéreas que ejecutan. Dos años después, despegaría oficialmente la primera formación acrobática, la Patrulla Ascua, que realizó un vuelo inaugural en la Albufera de Valencia. Durante la última década, ha desempeñado las funciones de ‘zorro’, el encargado de coordinar a los pilotos desde tierra, y de ‘speaker’, relatando las exhibiciones ante el público.
La Patrulla Águila fue creada el 4 de junio de 1985, con el propósito de representar al Ejército del Aire en exhibiciones aéreas y competiciones internacionales. Asimismo, ejemplifican disciplina de vuelo y del trabajo en equipo, realzan la vida regional, nacional e internacional a través de la participación en exhibiciones y, por último, promueven entre las nuevas generaciones el interés por la aeronáutica. La última exhibición de la Patrulla Águila con los C-101 tendrá lugar hoy en el festival aéreo Aire25, que se celebrará en la Base Aérea de San Javier y en las playas del Mar Menor.
Experiencia, disciplina y profesionalidad, claves de la Patrulla Águila
Esto implica que, aunque los PC-21 podrían participar en actos oficiales, no se considerará formalmente reinstaurada la Patrulla hasta que logren el mismo nivel de exigencia que han mantenido durante los últimos 40 años. As�, aunque se cont� con las patrullas acrob�ticas de Francia, Italia, Reino Unido y Suiza, en apartados como la est�tica de aeronaves y participaci�n internacional no se ha llegado al nivel de los festivales comentados. La despedida oficial tendrá este fin de semana en San Javier, donde el Rey Felipe VI presenciará el último vuelo de la patrulla acrobática. A lo largo de sus más de 40 años de servicio, los aviones C-101 utilizados por la Patrulla Águila han protagonizado varios accidentes, algunos de ellos con resultado trágico. La patrulla está compuesta por un jefe, seis pilotos titulares, un speaker y un piloto reserva.
A partir del próximo 16 de junio, la Patrulla Águila pausará su actividad temporalmente para iniciar un período de transición hacia nuevos aviones, los Pilatus PC-21. Pese a toda esta experiencia y pericia, la aviación acrobática es una actividad de alto riesgo. La normativa aérea que establece la OTAN es "muy exigente" en todo lo relacionado con la seguridad. Tras 42 años de servicio, los C-101, símbolo del Ejército del Aire y del Espacio, serán retirados definitivamente. El jefe del Estado Mayor, Francisco Braco, ha garantizado que el Ejército del Aire volverá a contar con una patrulla acrobática.
